UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
VICE RECTORADO ACADÉMICO
CENTRO EDUCATIVO NACIONAL
DE TEOLOGIA SUPERIOR MILENIUM
CONVENIO UPEL / CENTESUM
DIPLOMADO EN TEOLOGIA PASTORAL
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PEDAGOGÍA DIDÁCTICA
Participantes:
Beatriz, Moreno C.I. Nº V- 5.369.949
Claudio Narciso Jerdes C.I. Nº V-5.947.477
Donibec D., Jerdes C.I. Nº V-24.141.024
Enrique, Hurtado C.I. Nº V-11.547.210
Maigualida González de Jerdes C.I. Nº V-7.548.802
Maria del Carmen Gómez C.I. N° V-7.547.475
Cátedra: Pedagogía Didáctica
Facilitador: Prof. Betty Rodríguez
Turén, Febrero, 2016.
Introducción
La palabra pedagogía es un término que viene del idioma griego: del vocablo paidagogo. Esta palabra era usada para señalar a un esclavo dedicado a conducir al hijo del amo; el paidagogo era conductor de niños. La función no era solo llevar al niño a la escuela, sino que también tenía que vigilar su comportamiento en la escuela y en la calle, así como su conducta moral. (Martínez, 2015, p. 15).
Esta palabra ha adquirido con el transcurso del tiempo una aplicación amplia. Para algunos es el planteamiento y las respuestas a los problemas de la educación. Para otros, es el conjunto de principios normativos que dirigen el quehacer educativo. Puede afirmarse que tiene que ver con la disciplina metodológica que dirige el proceso de la educación, el cual, no busca solamente la transmisión del conocimiento, sino la formación integral y consciente del hombre.
Con base en lo anterior, la presente investigación tiene como propósito analizar la Pedagogía Didáctica, estableciendo desde el plano secular y bíblico, los siguientes aspectos: Concepto de Pedagogía, Características, Importancia y Aplicación, definiendo su vinculación con la realidad, tanto a nivel de instituciones educativas, como de las Iglesias Cristianas Evangélicas.
Pedagogía y sus generalidades
Concepto de Pedagogía
Pedagogía es la ciencia dedicada al estudio de la educación, y a la vez un arte, su importancia radica en los aportes que puede realizar prácticamente a la mejora en ese ámbito, indicando la manera más eficaz, de qué enseñar, cómo enseñar y cuándo hacerlo. Existen varias definiciones de Pedagogía, entre las que se destacan las siguientes.
Pedagogía en el Plano Secular
Al hablar de Pedagogía nos referimos al conjunto de acciones conducentes al proceso formativo del ser humano. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2016), pedagogía es “la ciencia que se ocupa de la educación y la enseñanza. En general, lo que se enseña y educa por doctrina y ejemplos” (p. 1). Por consiguiente, la Pedagogía se ocupa de toda labor o práctica de enseñanza.
Al respecto, Bernal (2013), define la Pedagogía como “un conjunto de saberes que busca tener impacto en el proceso educativo, en cualquiera de las dimensiones que este tenga, así como en la comprensión y organización de la cultura y la construcción del sujeto”. (p. 5).
Bajo este concepto, se describe la Pedagogía como una herramienta indispensable en o para la formación, ya que a través de ella se guía, se conduce socialmente al ser humano facilitándole su desarrollo y habilidades en la toma de decisiones del día a día.
De igual forma, Nassif (1978), habla de la Pedagogía en dos aspectos donde buscan ocuparse del proceso educativo: “el primero, es como un cuerpo de doctrinas o normas capaces de explicar el fenómeno de la educación en tanto realidad y el segundo, busca conducir el proceso educativo en tanto actividad” (p. 305).
En el primer aspecto, el anterior autor trata de explicar el fenómeno de la educación con lo que hace, vive e interpreta el ser humano; el segundo aspecto busca conducir, guiar el desarrollo del proceso en tanto a enseñanza-aprendizaje. Se puede observar que en los dos aspectos lo que se busca y desea es la formación de ciudadanos integrales y conscientes, capaces de apreciar, comprender, aprender y reconocer el lugar que ocupan en su espacio y que sean constructores y transformadores del mismo.
Pedagogía en el Plano Bíblico
La enseñanza bíblica cristiana se encuadra dentro de la estrategia general de Dios para salvar al hombre. “Dios ha constituido a maestros” (Efesios 4:11) (Reina-Valera, 1960: p. 1470), para que “enseñen y aconsejen con toda sabiduría, esta misión es sólo con un propósito, de que el hombre se presente ante Cristo en perfección y santidad” (Colosenses 1:28) (Reina-Valera, 1960: p. 1479).
De este modo, podemos ver que, al que enseña la Palabra de Dios le corresponde dar a conocer el mensaje de Cristo no solo para que la persona se haga cristiana, sino para que se mantenga en Cristo “manteniendo en alto la Palabra de vida” (Filipenses 2:16) (Reina-Valera, 1960: p. 1476). En esto, el papel fundamental de la enseñanza es claro: “que la palabra de Cristo habite en todo aquel que hable de él y que permanezca en él, instruyéndose, enseñándose unos a otros con toda sabiduría” (Colosenses 3:16) (Reina-Valera, 1960: p. 1481).
La Pedagogía afirma que el aprendizaje es un proceso, por ello se habla del proceso enseñanza-aprendizaje. Es muy importante que la persona encargada de enseñar conozca, esté preparada para dar a conocer el tema deseado, ya sea en lo espiritual como en lo secular. Podemos confirmar que se ha enseñado cuando el o los alumnos logran: a) conocer del tema, b) expresar con sus propias palabras del tema expuesto, c) que el alumno(a) logre entusiasmarse, d) lograr una experiencia personal, siendo aquí donde se da el proceso enseñanza-aprendizaje.
De este modo, la Pedagogía es una ciencia, un arte y una técnica, porque tiene infinidades de herramientas para que por medio de la enseñanza-aprendizaje, el ser humano exprese sus ideas, imágenes y todo lo deseado o sentido por él, a la vez que se promueve el intercambio de saberes entre el sujeto que facilita las experiencias de aprendizaje y el que adquiere nuevos conocimientos en ese escenario.
Características de la Pedagogía
De acuerdo con Fingermann (2011), entre las características de la pedagogía es posible destacar las siguientes:
- Es una ciencia dedicada al estudio de la educación, y a la vez un arte, cuyos aportes indican la manera más eficaz, de qué, cómo y cuándo enseñar;
- No es una ciencia exacta, y por eso sus recomendaciones han variado en el tiempo, yendo los cambios de la mano de los vaivenes políticos y las reformas económicas y sociales.
- Se nutre de los aportes que pueden brindarle otras ciencias como la Psicología, la Sociología, la Filosofía, la Estadística o la Medicina, para optimizar la planificación, la práctica áulica, los modos de intervención docente en el proceso, las técnicas de evaluación, la mejora del contexto y contrato didáctico.
- Analiza la práctica de la educación, con el fin de adecuar sus métodos, técnicas y contenidos a las necesidades de los sujetos que aprenden y a los cambios que ocurren en todas las áreas del saber de la sociedad.
En otras palabras, la Pedagogía es la ciencia que analiza la práctica de la educación, y el arte de adecuar el contenido, métodos y propósitos de la enseñanza de acuerdo a los cambios que ocurren en la sociedad. Al respecto, Contreras (1990), destaca que el Proceso de Enseñanza – Aprendizaje evidencia los siguientes rasgos:
1. Carácter Bilateral: unidad de la enseñanza y el aprendizaje, de la actividad del maestro y la del alumno.
2. Carácter Intencional: todas las acciones del proceso obedecen a intenciones y objetivos preestablecidos, por tanto son planificadas.
3. Carácter Regulado (Legal): el proceso está sometido a principios didácticos y leyes pedagógicas.
4. Carácter Multifacético: en el proceso intervienen múltiples factores psicológicos, pedagógicos, económicos, histórico-culturales, sociales, higiénicos, etc., que lo hacen particularmente rico y complejo.
5. Carácter Dialéctico: sujeto a contradicciones, que se resuelven durante el desarrollo del proceso y aseguran el desarrollo personal. Ejemplo: a) Entre las necesidades sociales (planteadas en los planes y programas de estudio) y los intereses personales de los estudiantes, b) Entre el nivel de exigencias que plantea el maestro y las posibilidades de asimilación del alumno. c) Entre la masividad y la calidad en la educación. d) Entre la centralización y la descentralización. e) Entre los conocimientos que ya posee el estudiante y los nuevos que va adquiriendo. (p.1 2).
De acuerdo con el anterior autor, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, básicamente intervienen dos sujetos: uno que enseña y otro que aprende, en un proceso planificado y regulado por leyes pedagógicas y principios didácticos, en el cual intervienen factores ligados al sujeto que aprende y a su entorno, así como al sujeto que enseña y al sistema educativo, en una relación dialéctica sujeta a contradicciones diversas.
A diferencia de esta concepción, en el plano bíblico la educación cristiana tiene mucho que ver con el ser y el hacer, con las experiencias y actitudes. Al respecto, Martínez, (2015), expresa que: ”No solo debe dominar técnicas de cómo enseñar, conocer el contenido de lo que se enseña; el maestro cristiano debe aceptar la responsabilidad de quien Es. Recordando que el objetivo de la enseñanza es cambiar actitudes y conducta.” (p. 6). Para un maestro de Biblia es más importante lo que él es. Es en esta dimensión personal que su enseñanza adquiere autoridad moral. Dice un libro de homilética: Vale más un sermón vivido que cien predicados.
De acuerdo con los autores arriba señalados, puede decirse que en el plano bíblico, la Pedagogía cristiana se orienta a lograr la transformación integral del ser humano, no sólo brindándole conocimientos de utilidad práctica en el área secular de su vida, sino que, además, pone a su disposición el pensamiento y palabras de Dios contenidas en la Biblia, con el fin de que ocurra la conversión espiritual y salvación del ser humano, así como la sanidad de su alma y emociones. A tal efecto, en Efesios 4:11 se expresa lo siguiente: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros” (Reina-Valera, 1960)
En efecto, tal como señala Martínez (2015), al enfocar una pedagogía calificada como cristiana, lo cual, es fundamentalmente bíblica, es necesario recordar que el cristianismo difiere de cualquier sistema filosófico pedagógico, ya que su concepción acerca de Dios (teología propia), del hombre (antropología) y del mundo (cosmovisión) contrasta con la cultura griega-romana y aun la judaica. Se usa el término filosofía como un estilo de vida. Así que el propósito de la pedagogía cristiana es la formación del individuo de acuerdo al paradigma de Jesucristo, utilizando el libro de texto que es la Biblia. Al agente promotor de la educación cristiana (Pastor, Evangelista, Apostol, Profeta o Maestro) se le exige tener un buen manejo de la Palabra de Dios, 2ª Timoteo 2:15.
Al igual que la Pedagogía secular, dentro del marco bíblico, la educación cristiana toma en consideración los aportes de otras ciencias, los avances tecnológicos y el acontecer diario, para estructurar sus métodos y técnicas de enseñanza, con el propósito de formar seres humanos amadores y seguidores de Dios y sus enseñanzas, que procuren en todo tiempo cumplir su Palabra viviendo en santidad y amor hacia los demás; porque la esencia y contenido de sus enseñanzas se encuentran en la Santa Biblia.
Importancia de la Pedagogía
La pedagogía es un conjunto de saberes que buscan tener impacto en el proceso educativo, en cualquiera de las dimensiones que este tenga, así como en la comprensión y organización de la cultura y la construcción del sujeto. La Pedagogía tiene como objeto el estudio de las leyes de la educación del hombre en la sociedad, ella concentra su atención en el estudio de la educación como el proceso en su conjunto, especialmente organizado, como la actividad de los pedagogos y educandos, de los que enseñan y los que aprenden, estudia los fines, el contenido, los medios y métodos de la actividad educativa y el carácter de los cambios que sufre el hombre en el curso de la educación. Su importancia, según Fingermann (2011) radica en diversos principios o contribuciones para el desarrollo integral del sujeto, entre los que se destacan los siguientes:
- Brinda valiosos aportes orientados prácticamente a introducir las mejoras requeridas en el ámbito de la práctica educativa, indicando la manera más eficaz, de qué enseñar, cómo enseñar y cuándo hacerlo.
- Realiza el puente entre las teorías pedagógicas y la práctica áulica. No es una ciencia exacta, y por eso sus recomendaciones han variado en el tiempo, yendo los cambios de la mano de los vaivenes políticos y las reformas económicas y sociales. Hay que tener en cuenta que las teorías pedagógicas no se aplican a todos los grupos por igual, y que la aparición de una nueva teoría no implica necesariamente desprenderse de la anterior, sino seleccionar sus aspectos positivos y negativos, rescatando los primeros para seguir en su aplicación.
- La Pedagogía hace conscientes los métodos y técnicas pedagógicas empleados, las dificultades diarias del proceso enseñanza-aprendizaje, sus posibilidades y limitaciones, la adaptación de los contenidos a los distintos niveles madurativos del educando, obligando a repensar la práctica áulica, valorarla, tomar una posición crítica, comprometerse con su participación, responsabilizándose por los resultados, desandando el camino si es necesario, para retomarlo por uno más propicio para ese grupo, e innovar, evitando la improvisación, para convertirse en un guía provechoso de los alumnos a su cargo.
- Contribuye a que los sujetos involucrados en el proceso enseñanza-aprendizaje, saquen lo mejor de cada uno. Puede sonar utópico e idealista, pero la realidad es que la educación, por un lado, es sacar lo mejor de cada persona, pero por otro, también es responsabilidad individual de ser capaz de desarrollar uno mismo todas sus posibilidades. La Educación contribuye a la mejora progresiva del ser humano, ser mejor persona, en todos sus ámbitos, más feliz, más equilibrado.
- Hace posible que los seres humanos se relacionen mejor. La importancia de la Pedagogía también radica en que implica aprender a relacionarse mejor, a hacer a los sujetos más humanos, más sensibles a los demás, a tenerlos en cuenta, a ser más empáticos.
- La pedagogía también tiene como fin, brindar estrategias para Enseñar a pensar. Por ende, la importancia de la educación también está en que enseña a pensar. Aprender a pensar implica sacar conclusiones personales, formarse el propio criterio, tener capacidad de crítica, no dejarse llevar por lo que “los demás” quieren que se piense, por lo “políticamente correcto”, por lo que hace todo el mundo. La educación supone abrir nuevas alternativas y nuevas perspectivas, nuevos caminos, nuevas posibilidades, buscar soluciones diferentes.
- Por otro lado, la Pedagogía hace a las personas más libres. Finalmente la importancia de la educación está en que hace a las personas más libres. Menos dependientes, más dueños de su destino…
Aplicación de la Pedagogía
La Pedagogía es una Ciencia que ha definido su objeto de estudio con un campo de acción específico, con métodos también específicos, con leyes y regularidades que la caracterizan y un aparato conceptual y categorial que sustenta la teoría, en el marco de las Ciencias de la Educación en la que constituye su núcleo.
De acuerdo con Pérez, Lie y Torres (2011), la PEDAGOGÍA,
‘‘tiene como objeto el estudio de las leyes de la educación del hombre en la sociedad, ella concentra su atención en el estudio de la educación como el proceso en su conjunto, especialmente organizado, como la actividad de los pedagogos y educandos, de los que enseñan y los que aprenden, estudia los fines, el contenido, los medios y métodos de la actividad educativa y el carácter de los cambios que sufre el hombre en el curso de la educación’’ (p. 14).
Dentro de este marco, su aplicación se concreta en la medida en que la acción educativa se ejecuta en atención a las leyes y teorías educativas, por lo cual la actividad de los docentes y discentes se estructura en pos de lograr el crecimiento integral compartido.
De acuerdo con su esencia, a lo largo de los años se ha aplicado una Pedagogía Tradicional, cuya vigencia según Dita (2012), se mantiene bastante generalizada, y tiene como fundamento psicológico el conductismo, donde se identifica al hombre como receptor de información y desatiende el proceso de asimilación del aprendizaje, promueve la repetición de ejercicios sistemáticos y la recapitulación del contenido para que estos aprendan; por lo que se demuestra que esta tendencia no es la más adecuada para resolver los problemas actuales de la educación, pues su práctica se simplifica en: lentitud en asimilar las innovaciones, mantiene dogmas propios resistentes a aceptar el cambio; la cual, presenta las siguientes características:
• El maestro es el centro del proceso de aprendizaje.
• La escuela es la principal fuente de información para el alumno.
• El maestro transmite de forma acabada los conocimientos con poca alternativa para que los alumnos elaboren mentalmente.
• Objetivos descriptivos, sujetos más al profesor que a los alumnos.
• Se exige mecanización de la información, la disertación es ajena a las características de los alumnos, los contenidos se ofrecen aislados y desvinculados de la realidad.
• Se informa el acervo cultural de la humanidad como algo acabado.
• No se potencializa el pensamiento teórico de los estudiantes.
• Gran volumen de información.
- No se desarrollan procesos de trabajo de los estudiantes, ya que las actividades prácticas son mínimas.
• La labor fundamental del profesor es la explicación.
• Trabaja la evaluación reproductiva y los métodos expositivos.
• La obediencia de los alumnos es la principal virtud a lograr.
• Relación autoritaria impositiva, pero paternalista. (p. 8).
De acuerdo con lo expuesto en la cita anterior, mediante la Pedagogía Tradicional se considera al estudiante un recipiente en el cual se colocan los conocimientos “preelaborados” por el docente, que es el dueño irrefutable del saber y autoridad superior en el proceso de enseñanza-aprendizaje. De manera que obtener conocimientos implica la memorización de los mismos, aun cuando el sujeto que aprende en realidad no sepa cómo utilizar esos conocimientos para resolver las diversas situaciones y problemas de su vida diaria.
En el Plano Bíblico, la Pedagogía y su aplicación tiene otra connotación. Un ejemplo de cómo debe aplicarse la Pedagogía Cristiana, se encuentra en los textos bíblicos, que informan de la actividad docente de Jesús: Mateo 4:23-25; 28:19-20. En ellos se observa que Jesús asume la enseñanza como un rol importante en su ministerio. Conviene destacar que en todo su ministerio, Jesús asumió diversos roles: el de maestro, como teólogo, de pastor y el de profeta.
Como teólogo, Jesús, empieza a explicar lo que significa el reino de Dios. Un concepto tan complicado para las multitudes, solo reservado para los teólogos de su tiempo. Jesús quiere que la gente común comprenda que el reinado de Dios es ya una realidad representada en su persona; él es el rey y su soberanía alcanza a todo el mundo. Nadie tiene poder sobre su persona, excepto Su padre Dios.
Él en su rol como maestro, Jesús iba en busca de aquellos que no conocían la nueva dimensión del reino de Dios. Decide en forma itinerante enseñar de aldea en aldea, de sinagoga en sinagoga. Una de las formas preferidas de enseñanza es el diálogo; en el diálogo utiliza diversas metodologías pedagógicas de su tiempo, y por qué no, muy adelantadas a su tiempo. Muchos tuvieron acceso a esta nueva manera de enseñanza y lograron como consecuencia convertirse al evangelio del Reino.
Otro rol que Jesús asume es el de pastor. La prédica es la forma más práctica de anunciar las buenas nuevas del Reino. Enseñanza y predicación van de la mano. Mucha gente escuchó su prédica y decidieron cambiar sus vidas para siempre. Su mensaje apeló a las condiciones humanas de cada persona y supo llegar a sus corazones. Otra actitud como pastor fue el de consolar y sanar toda enfermedad a los que estaban excluidos, debido a que la enfermedad se atribuía al pecado. Tuvo compasión de ellos, los veía como ovejas sin pastor.
En los tiempos de Jesús había, al igual que hay hoy, mucha necesidad espiritual y social, pero los obreros, los maestros y líderes bien preparados y entrenados son escasos. Y aunque, en los tiempos de Jesús había muchos maestros y líderes religiosos, pero lo que no había eran pastores verdaderos, convertidos de corazón y que fueran capaces de dar la vida por sus ovejas. Por ello, tanto en esos días, como hoy, Jesús es el ejemplo de un buen pastor, de un buen maestro y de un buen líder.
Hoy también la realidad en cuanto al magisterio, es similar a los tiempos de Jesús. Muchos son los que salen de las aulas de un seminario teológico, pero pocos los que siguen verdaderamente a Jesús e imitan su magisterio y liderazgo. Ante esta crisis del magisterio de la iglesia, vale la pena tener en cuenta las características de un genuino teólogo, maestro y pastor. He aquí algunas de ellas:
1. El origen divino de la vocación: Cuando Jesús realizó su ministerio público, lo primero que hizo fue llamar a quienes serían sus discípulos y después apóstoles (Mateo 4:18-22; 9:9); primero los capacitó y luego los envió a realizar su misión en el mundo. Nadie puede servir a Dios, si Dios mismo no le llama, capacita y envía. Dios llama, capacita y envía a los que han de servirle: pastores, maestros, evangelistas, apóstoles y profetas.
2. Las cualidades personales: El Antiguo Testamento exigía, como un requisito indispensable, que quienes servían al Dios Santo fueran santos en toda su manera de vivir (Levítico 19:1), y esa santidad tenía que manifestarse en todas las áreas de la existencia: con Dios, con el prójimo e incluso con la creación (Éxodo 20; Deuteronomio 5 y Levítico 19). Por ende, la condición de maestro y de todo líder cristiano, implica vivir una vida íntegra, entregada a la enseñanza del pueblo.
3. El estilo de liderazgo: Jesús, nuestro Señor y Salvador, es el único modelo por excelencia. Su estilo de maestro se caracterizó por el servicio y la entrega. Enseñó también que debían escapar de la tentación de un liderazgo modelado según las prácticas de la sociedad y más bien seguir su modelo (Mateo 28:25-28; Juan 13:13-17).
4. La naturaleza de la vocación: el modelo de Jesús exhorta a realizar un ministerio integral que responda a las necesidades del ser humano: espirituales, mentales y físicas; y que no haga excepción de persona alguna, siendo todas atendidas y amadas.
5. El propósito de la vocación: El propósito clave de todo ministerio es capacitar a los santos para el crecimiento y eficacia en el cumplimiento de la misión de la iglesia en la sociedad y el mundo (Efesios 4:11-13). Este es el rol del magisterio en la iglesia: ser facilitadores y entrenadores que capacitan a otros para realizar con eficacia y fidelidad su labor., logrando así el cumplimiento de la misión de la iglesia en la sociedad.
6. El carácter colegiado de todo magisterio: La Biblia menciona en las palabras de Jesús y en casi todo el Nuevo Testamento, a los apóstoles, ancianos, profetas, maestros o administradores, dando énfasis en un carácter colegiado del ministerio de la enseñanza de la Palabra. En cada iglesia había varias personas que cumplían un ministerio específico (Hechos 14:23; 20:17; Filipenses 1:1; 1 Tesalonicenses 5:12-13; Tito 1:5; Hebreos 13:7,17, 24; 1 Pedro 5:1-4). Este modelo bíblico tiene muchas ventajas prácticas, ya que las exigencias, tareas y responsabilidades de todo ministerio, son atendidas por un grupo de personas con diversos talentos, dones y capacidades, entre ellas la enseñanza.
7. Los títulos a recibir: A Jesús se le confería los títulos de Rabí y de Maestro. Esto implicaba que Él estaba dedicado a enseñar al pueblo de las cosas de Dios y de Su reino. En la Iglesia actual se otorgan títulos o nombres de acuerdo a los diversos ministerios: ancianos, obispos, pastores, maestros, profetas, diáconos y administradores, entre otros. Pero, todos esos títulos se resumen en: servicio y entrega (Colosenses 3:23-24).
8. La responsabilidad ante Dios: Al ejercer su ministerio terrenal Jesús sabía que una de sus responsabilidades era la de guiar, conducir y enseñar a la gente. Por ello, la Biblia describe a los siervos de Dios como mayordomos que han de rendir cuentas de su mayordomía ante Dios (Mateo 24:45-51; 1 Corintios 4:1-5; Cf. 2 Corintios 12:9-10).
Todas estas características del ministerio terrenal de Jesucristo, son inspiración y modelo para la aplicación de la Pedagogía en las Iglesias Evangélicas de la actualidad. Al revisar los evangelios se encuentra que la pedagogía de Jesús es creativa, animada, actualizada y transformadora, que daba respuesta efectiva a situaciones del momento en que se imparte la enseñanza. Por ello el mensaje de Jesús se transmite en forma clara y pertinente, diciendo sin rodeos lo que tiene que decir, sin ceder ante presiones del medio. Estos valores y principios cristianos extraídos de las Sagradas Escrituras, son los que deben regir la Pedagogía cristiana de la Iglesia Evangélica actual.
Por todo lo expuesto, la educación cristiana a cargo de las iglesias evangélicas, está llamada a considerar para realizar su práctica, las siguientes características de la pedagogía de Jesús:
- Jesús enseñó en todo su ministerio, la existencia de un solo Dios eterno, infinito, todopoderoso, amoroso y solidario.
- Jesús, se presentó como un maestro itinerante: íba al lugar donde se requería de la enseñanza. Y no era un maestro común: enseñaba con la autoridad que provenía del Padre. Su enseñanza era verdadera, liberadora; y original. Y, a la vez, una recreación y perfeccionamiento de lo ya existente: "No vayáis a pensar que Yo he venido a abolir la Ley y los Profetas. Yo no he venido para abolir, sino para dar cumplimiento..."(Mateo. 5: 17-18); su enseñanza era universal, dirigida a todos, a los judíos y a todos los hombres y mujeres.
- Como maestro, Jesús conocía a la gente, sabía quiénes eran y qué necesitaban. Por ende, su pedagogía contiene mucho amor y entrega, enseñaba sin impaciencia, sin gritos ni castigos físicos; contestaba las preguntas sin soberbia ni suficiencia, y respetaba la libertad de decisión de las personas.
- La pedagogía de Jesús es diferenciadora y personalizada: tenía en cuenta que había diversos niveles, no todos pensaban igual, ni tenían las mismas capacidades, o situaciones personales.
- Finalmente, para lograr su objetivo en la enseñanza, Jesús empleó una metodología innovadora para lograr una buena comunicación con sus oyentes. Utiliza las parábolas, las preguntas, las metáforas, las ironías, historias, milagros, oraciones, discursos, símbolos y lenguaje simbólico, preguntas y respuestas, estudio de casos, repetición, inducción, motivación por medio de ejemplos y proyectos. Esta metodología la empleó tomando en consideración la diversidad de sus oyentes y el número de los mismos.
Un ejemplo de lo dicho es el encuentro de Jesús con la mujer samaritana en el pozo. En ese lugar Jesús practicó la pedagogía de las preguntas y respuestas. Al final del relato puede verse a una mujer transformada, conocedora de que Jesús es el Hijo de Dios, que le fue dicho su condición de pecado en la que se hallaba, que fue perdonada, restaurada, y fue capaz de dejar su cántaro para ir a decirle a los de su comunidad las buenas nuevas de salvación. Ella se convirtió en la primera misionera cristiana en la historia de salvación. Por ello, es necesario que todos los cristianos evidencien esa actitud hoy y que las iglesias e instituciones evangélicas sean lugares como ese pozo, lugar para el diálogo, enseñanza y transformación de las personas.
Conclusiones
Culminado el análisis acerca de la Pedagogía Didáctica, desde un marco secular y bíblico, se establecen las siguientes conclusiones:
- Entre las más resaltantes características de la Pedagogía, es posible destacar lo siguiente: a) la Pedagogía es una ciencia dedicada al estudio de la educación, y a la vez un arte, cuyos aportes indican la manera más eficaz, de qué, cómo y cuándo enseñar; b) Se nutre de los aportes que pueden brindarle otras ciencias como la Psicología, la Sociología, la Filosofía, la Estadística o la Medicina, para optimizar la planificación, la práctica áulica, los modos de intervención docente en el proceso, las técnicas de evaluación, la mejora del contexto y contrato didáctico; c) enseña a pensar, lo que implica sacar conclusiones personales, formarse el propio criterio, tener capacidad de crítica; d) en suma, la acción directa de la educación está en que hace a las personas más autónomas y participantes en el proceso de su autorrealización personal.
- En este orden de ideas, la Pedagogía es importante porque: a) ayuda a mejorar, es decir, a sacar lo mejor de cada persona; b) implica aprender a relacionarse mejor, a hacerse más humanos, más sensibles a los demás, a tenerlos en cuenta, a ser más empáticos; c) enseña a pensar, lo que implica sacar conclusiones personales, formarse el propio criterio, tener capacidad de crítica; d) en suma, la importancia de la educación está en que hace a las personas más libres, menos dependientes, más dueños de su destino…
- En cuanto a la aplicación de la Pedagogía, en el plano secular, aun en estos días, existe la tendencia a aplicar la Pedagogía tradicional, con las siguientes características: a) No profundiza en el conocimiento de los mecanismos mediante los cuales se desarrolla el proceso de aprendizaje. b) Modela los conocimientos y habilidades que se habrán de alcanzar de manera empírica en el estudiante, por lo que su pensamiento teórico nunca alcanza un adecuado desarrollo. c) La información la recibe el alumno en forma de discurso, y la carga de trabajo práctica es mínima, sin control en el desarrollo de los procesos que subyacen en la adquisición del conocimiento, y la evaluación está dirigida a poner en evidencia el conocimiento reproducido, no enfatizando el análisis y el razonamiento. d) En la relación alumno-profesor predomina plenamente la autoridad del segundo con un aspecto cognoscitivo paternalista: lo que dice el profesor es respetado y cumplido por el alumno con principios educativos poco flexibles, impositivos y coercitivos.
- En síntesis, la Pedagogía está presente en todo acto educativo, y por ende, en las actividades de la Iglesia Evangélica orientadas a la enseñanza de la Palabra de Dios. De manera que hoy más que nunca, los miembros y líderes de la Iglesia Evangélica están llamados a hacerse conscientes de los métodos y técnicas pedagógicas empleados en cada labor de evangelismo, de escuela de niños, talleres matrimoniales, campamentos o congresos, es decir, en todo evento donde se aspire la salvación, formación y transformación integral de los asistentes y/o participantes; con el fin de detectar las dificultades diarias del proceso enseñanza-aprendizaje, sus posibilidades y limitaciones, la adaptación de los contenidos a los distintos niveles madurativos y espirituales de la audiencia, obligando a repensar la práctica de enseñanza de la Palabra, valorarla, tomar una posición crítica, comprometerse con su participación, responsabilizándose por los resultados, desandando el camino si es necesario, para retomarlo por uno más propicio para cada grupo, e innovar, evitando la improvisación, para convertirse en un guía provechoso de los miembros de cada audiencia donde se exponga la Palabra de Dios.
Referencias Bibliográficas
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